Es mejor consumir menos que ser un “eco-materialista”
La mayoría de las personas en los países desarrollados son compradores obsesivos, lo que significa que a menudo terminan comprando y acumulando cosas en las que creen que están obteniendo una buena oferta, independientemente de si realmente requieren el producto o no. Si bien es posible que no nos demos cuenta de esto, este comportamiento está impactando negativamente en nuestro medio ambiente en gran medida, ya que todos estos bienes de consumo requieren recursos cada vez más finitos, y cuando terminan en los vertederos, nuevamente están dañando el medio ambiente.
Este fue el tema de un estudio realizado por Sabrina Helm, profesora de la Norton School of Family and Consumer Studies de la Universidad de Arizona, en la que los investigadores siguieron a un grupo de casi 1,000 adultos de la generación Millenial durante cinco años. Estaban interesados en dos categorías principales de “comportamientos proambientales”:
1) Consumo reducido, que incluye acciones como reparar en lugar de reemplazar artículos antiguos, evitar compras impulsivas y no comprar artículos innecesarios;
2) “Compra ecológica” o compra de productos diseñados para limitar los impactos ambientales.
